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¡Cuidado! Una mirada estrecha sobre los valores familiares crea la ilusión de consenso
Terry Gachie, profesional de la educación apasionada por la alfabetización en salud y por impulsar el cambio de narrativas en torno a temas de salud y derechos sexuales y reproductivos (SRHR) en Kenia. Colabora con el equipo de investigación digital apoyado por Komons, el Comms-Hub de Kenia y Puentes. Este artículo muestra cómo una mirada centrada solo en Facebook sobre los valores familiares puede crear una ilusión de consenso, contrasta Facebook y X, y defiende un análisis multiplataforma y de mundo real para orientar intervenciones inclusivas y basadas en evidencias.
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¿Alguna vez te han dicho “Anda, vuelve a Facebook”?
Esta expresión es más que una simple broma: refleja la creciente brecha cultural y generacional entre usuarios de redes sociales. Cuando alguien te dice que vuelvas a Facebook, a menudo está insinuando que tu perspectiva, tus ideas o tu estilo de comunicación no están en sintonía con lo que se considera guay, actual o propio de esa plataforma. En muchos casos, puede sonar despectivo, estereotipando a los usuarios de Facebook como demasiado mayores, menos diestros digitalmente, anticuados o, sencillamente, fuera de onda respecto a nuevas tendencias.
Entonces, ¿qué ocurre? Dos cosas principales: un choque entre la cultura de las plataformas y la cultura generacional, así como una serie de supuestos que explican las variaciones en los temas, estilos y hábitos sociales del contenido. Estos factores determinan además el tipo de actores, los formatos, el tono y la profundidad del debate. Y, lo más importante, suelen estar vinculados al grado en que las conversaciones pueden ser sin filtros, profundas y progresistas. Este patrón quedó recogido notablemente en la investigación realizada, donde las percepciones sobre la familia y los valores familiares en Facebook y en X variaban: en Facebook eran mayoritariamente positivas y en X, negativas.
Esto fue inesperado, pero no sorprendente.
Pero aquí está el problema:
Confiar únicamente en las conclusiones de Facebook para definir la familia y los valores familiares es como intentar comprender una sinfonía escuchando solo un instrumento. Si no examinamos el contexto más profundo y no comparamos datos de plataformas como X y experiencias del mundo real, corremos el riesgo de dibujar un cuadro distorsionado, uno que choca con las realidades vividas y las narrativas diversas que se desarrollan en otros lugares.
Los distintos guiones que componen cualquier narrativa deben examinarse antes de sacar conclusiones. Las estructuras, los roles y los valores familiares son profundamente contextuales y están moldeados por la cultura, la generación y la geografía.
Este hallazgo se integró en nuestra investigación, que examinó cómo los valores familiares, modelados por el heteropatriarcado, la geopolítica de derechas y las normas religiosas y culturales conservadoras, influyen en los discursos sobre identidades LGBTQ+, roles de género, educación sexual y salud reproductiva.
La investigación mostró que una misma conversación puede ofrecer conclusiones distintas según la plataforma. Ignorar esta complejidad puede conducir a interpretaciones erróneas de los cambios de narrativa y, peor aún, a intervenciones completamente desacertadas.
En nuestro análisis de las narrativas sobre valores familiares en Facebook, vimos que las percepciones eran mayoritariamente positivas en esta plataforma y negativas en X. Presentar un análisis basándonos únicamente en nuestros hallazgos de Facebook correría el riesgo de ofrecer una narrativa sesgada sobre la familia y los valores familiares, una que no refleja a los diversos conformadores de las narrativas dominantes en distintos contextos. El análisis del discurso en Facebook revela una representación dominante de la familia nuclear tradicional, ocasionalmente ampliada, aunque con condiciones, para incluir a madres o padres solteros. Sin embargo, se observó una escasez notable de conversaciones sobre estructuras familiares no tradicionales, como familias con progenitores LGBTQ+, familias con coparentalidad y familias reconstituidas.
Esta representación limitada refuerza una definición ampliamente aceptada pero estrecha de familia, moldeada por la cultura de la plataforma, los algoritmos, los sesgos inconscientes y las normas culturales. Además, respalda una narrativa que no rompe límites ni busca la inclusión, sino que perpetúa un guion familiar y mayoritariamente aceptado, uno que puede desinformar las intervenciones dirigidas al cambio de narrativa y a la inclusión social.
Plataformas como Facebook, que atraen en gran medida a audiencias conservadoras, suelen reforzar las expectativas sociales dominantes en vez de cuestionarlas. Además, los algoritmos de las redes sociales desempeñan un papel significativo, ya que priorizan determinados contenidos en función del comportamiento del usuario y de los patrones de participación. Estos factores pueden explicar por qué, durante el proyecto de investigación, Facebook ofreció contenidos conservadores sobre la familia que se alinean con estructuras tradicionales y ampliamente aceptadas. Estos factores popularizan con fuerza las ideologías conservadoras sobre la familia y su aceptación.
Cómo navegar esto como especialistas en cambio de narrativas y comunicación:
Comprender el guion y la narrativa predominantes que orientan el discurso en las distintas plataformas y espacios, así como qué sostiene esas narrativas.
Entender que el diseño específico de la plataforma, la demografía y los formatos y funcionalidades de contenido determinan el tipo y la profundidad de las conversaciones.
Implicar a figuras influyentes dentro de la plataforma que ejercen una influencia significativa sobre el público y son consideradas la voz autorizada a la hora de moldear valores y dinámicas familiares a través de sus estilos de vida, mensajes y discurso público. Estas personas influyentes pueden incluir a líderes religiosos, celebridades y “Gente como nosotros”.
Aplicación, basada en evidencias, de las conclusiones de una plataforma/contexto a otros individuos, entornos o situaciones más allá de la muestra específica del estudio.
Para comprender de verdad las dinámicas familiares en evolución, debemos mirar más allá de un único contexto y relacionarnos con plataformas diversas y con contextos del mundo real. De lo contrario, corremos el riesgo de diseñar soluciones basadas en historias incompletas.
Siempre he querido provocar una conversación en torno a la poderosa analogía de Chimamanda Ngozi Adichie sobre el peligro de la historia única, y hoy, por fin, lo he hecho. En un mundo desbordado por una multiplicidad de plataformas y espacios de interacción, considerar diversas perspectivas no solo es valiente, es necesario. Porque cuando solo escuchamos una versión de la historia, corremos el riesgo de pasar por alto y borrar la riqueza, la complejidad y la verdad de incontables otras.